Her. Spike Jonze.

 

El polifacético y polémico director estadounidense Spike Jonze vuelve a sorprendernos con un peliculón escrito por el mismo y en el que se tratan los sentimientos humanos como quizá nadie lo haya hecho antes.

 

Además se vale de la inmejorable interpretación de Joaquin Phoenix, un actor que cada vez elige mejor los guiones que le llegan, y que quizá se piense hasta tres veces qué película hacer. Si nos sorprendió con 'The Master', en 'Her' tampoco deja indiferente a nadie.

 

'Her' es una historia de amor como nunca antes habíamos visto ni se nos había contado. El contexto en el que transcurre es en un futuro no muy lejano, en una ciudad cualquiera en la que vive Theodore (Joaquin Phoenix), un escritor solitario que consigue un nuevo sistema operativo 'OS 1' basado en el modelo de Inteligencia Artificial y diseñado para satisfacer todas las necesidades del usuario. Hasta ahí todo parece dentro de unos cánones más o menos normales...

 

Normal teniendo en cuenta sin  ir más lejos que Theodore se dedica a escribir las cartas de personas ajenas a él... ¿llegaremos algún día a eso? Puede haber algo más dramático que recibir una carta de tu pareja que ni siquiera ha sido escrita por ella? De tu pareja, o de tu madre, me da lo mismo. Es algo inmensamente deprimente.

 

Theodore representa sin lugar a dudas al ser humano del futuro, no es alguien excepcional, pues todo el mundo a su alrededor es igual: un tipo solitario, que vive para trabajar y que ha sido completamente absorbido por las nuevas tecnologías, tanto es así, que no habla con nadie, tan sólo tiene una amiga en su vida, se acaba de divorciar porque es incapaz de afrontar los problemas personales, y para más inri termina enamorándose de la voz de su sistema operativo. Tanto es así que lo que empieza como un simple juego termina siendo una relación sentimental con todo un cocktail de sentimientos de por medio. No voy a contar más de la película porque es necesaria verla para creer en lo que el ser humano se puede llegar a convertir.

 

Es digno de ver como el hombre ha creado la Inteligencia Artificial y todo lo que la rodea para mejorar aspectos de su vida y como este arma de doble filo le apunta directamente al corazón para destruirlo en mil pedazos. El hombre deja de ser hombre para convertirse en el apéndice de la máquina que ha creado y sin la cuál no podría sobrevivir....

 

Cabe preguntarse ahora...¿llegaremos a ser como Theodore?