viernes, 25 de octubre de 2013

Funny Games. Michael Haneke.



La mejor de Haneke.


Si me dijeran con qué película me quedo de Haneke y probablemente de la década de los 90, es bastante probable que respondiera que con 'Funny Games', me causó tal impresión que me quedé petrificada. No sé si porque no sabía muy bien de qué iba, si por la mente retorcida del director (que ya quedó patente en La Pianista) o por la forma de narrar los hechos. Lo que es seguro, te guste o no la película, es que no deja indiferente a nadie, como también sucede con La cinta blanca

'Funny Games' nos cuenta la historia de una familia austriaca que va a pasar las vacaciones a su bonita casa del lago. Los vecinos de la familia, Fred y Eva, han llegado antes que ellos. Las dos parejas quedan para jugar al golf al día siguiente. Mientras padre e hijo preparan el velero, Anna, la madre, prepara la cena. Pero una visita inesperada, la de Peter, un joven muy educado que se aloja en casa de los vecinos cambiará el rumbo de las cosas. El chico acude a casa de Anna para pedirle unos huevos porque a Eva no le queda ninguno. 

Pero Peter no llega sólo, viene con su inseparable compañero, y no llegan sólo a por huevos, sino que vienen para quedarse y jugar con sus vecinos. 




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