El primer día del resto de tu vida. Rémi Bezançon.

 

Todavía no había visto nada de Rémi Bezançon en mi descubrimiento prematuro del cine francés, que por cierto, está en mi top en cuanto a cine europeo se refiere.

 

'El primer día del resto de tu vida' es una película que trata sobre eso mismo, sobre la vida. Sobre lo que es, lo que pasa en ella, y las consecuencias que tienen cada una de las decisiones que vamos tomando por el camino. Y sobre todo sobre la importancia de la familia en ella.

 

Supongo que cada espectador sentirá cosas diferentes al ver una película que trata sobre algo tan íntimo como es la familia, hay una escena en la que se dice algo sobre ella en la que muchos se sentirán identificados y otros (como yo) no tanto, pero bien es cierto que "en todas las casas se cuecen habas", y lo que se dice es algo así como: "La familia es un virus que todo lo va destrozando". Evidentemente es en un contexto exacto y con unas circunstancias que se están dando en la película que dan que pensar si algo así es cierto. Y la verdad que ante eso, si que te da que pensar que en algunos momentos la familia te supone ciertas trabas vitales que te imposibilitan hacer ciertas cosas.

 

Disertaciones a parte, 'El mejor día del resto de tu vida' repasa cinco días decisivos en la vida de una familia: un matrimonio y sus tres hijos, repartidos a lo largo de doce años.

 

Cada uno de los días corresponde a un miembro de la familia, cuyos pasos se siguen de la mañana a la noche. El primero de ellos, el hijo mayor que se marcha del hogar para emprender su vida como futuro médico. El segundo día corresponde a la hija pequeña, una hija adolescente en plena edad del pavo y que acaba de perder la virginidad. Ésta entra en guerra con su madre a la que de repente empieza a odiar. El tercer día es precisamente el de la madre, en plena crisis de los 50. El cuarto día para el hermano mediano, un joven que vive inmerso continuamente en sus fantasías amorosas. Y por último el quinto día y más importante, para el miembro de la familia, un padre taxista que prácticamente no se habla con su progenitor ni tampoco con su primogénito y no precisamente por su culpa.

Entretenida película, que fue un gran éxito en Francia (se llevó varios Premios César en 2008) y con muy buena crítica.