viernes, 9 de mayo de 2014

Noé. Darren Aronofsky.


Tras 'Réquiem por un sueño' (de la que hablé hace ya tiempo) que si no es mi favorita estaría entre mis películas fetiches a nivel de cine tanto independiente como comercial, creo que 'Noé', es otra de las grandes producciones de Darren Aronofsky y por ello quiero hablar ahora sobre ella. 

Por eso y por la dureza con la que se ha tratado al director y al producto que tanto trabajo le ha llevado hacer, algo que me parece completamente cruel e injusto, eso y porque además no entiendo, como por ejemplo se alabase hasta la saciedad su 'Cisne Negro' (de la que hablaré otro día y para darle candela) y se critique tan negativamente 'Noé'.

Hace un par de semanas, con motivo del estreno de 'Noé', leí una entrevista a Russell Crowe, en la que hablaba de la película que acaba de protagonizar. Decía en ella, que para él ha sido la película más costosa y dura, a la hora de rodar, de toda su carrera, por la complejidad del personaje y de los escenarios, pues las escenas de agua fueron rodadas en su mayoría en Islandia y tantas horas tuvieron que pasar dentro de ella que sufrió importantes hipotermias.
También apuntaba el señor Crowe, que se decidió por protagonizar 'Noé' porque sabía que era un guion laboriosamente elaborado por Aronofsky, pues desde que Darren tuvo contacto con el cine en su juventud estuvo dándole vueltas a la idea de hacer una película basada en este personaje bíblico, y comenzó hace ya muchos años a escribir el guion. Pocas películas hoy en día creo que lleven un trabajo mentalmente tan elaborado, pues la primera producción de Aronofsky es de 1991, así pues si esto es cierto, llevaría más de 20 años dándole vueltas a la película que hoy en día echan por tierra decenas de críticos y la gran mayoría del público que ha ido a verla. 

En mi opinión 'Noé' es una película, cuyo argumento es entretenido, los personajes super elaborados y las interpretaciones grandiosas.

Aronofsky utiliza de forma inteligente y a modo de parábola la historia que se nos cuenta en la Biblia, en el Génesis. No hace mucho, por cierto lo leí y la historia de Noé en esencia no tiene nada que ver con la que nos cuenta Aronofsky, no en la forma pero si en el fondo. Pues tanto en el Génesis como en la película se nos remarca que Noé era el único heredero de la estirpe de Set (hijo de Adán y Eva) que por tanto no estaba sumido en pecado, como si lo estaban los de la estirpe de Caín (que mató a su hermano por pura envidia y egoísmo). 
Por otro lado, y para el público no católico, ni cristiano, ni conocedor de la Biblia se añaden ciertos personajes fantásticos para así obviar los antecedentes que llevaron al Diluvio Universal, como fueron los sucesos acontecidos en las ciudades de Sodoma y Gomorra.

Así pues la película comienza en un mundo asolado por los pecados humanos, en este mundo tan sólo una familia conserva la purificación del alma intacta, ellos son Noé, su esposa y sus hijos: Sem, Cam y Jafet.
Un buen día Noé a través de sueños y pesadillas constantes recibe la misión de construir un Arca para salvar a la creación de un inminente diluvio que limpiará el mundo de pecadores para que todo vuelva a empezar desde cero.

La cosa a simple vista parece sencilla, pero Noé se tendrá que enfrentar a una serie de personajes que le pondrán las cosas cada vez más difíciles, también se tendrá que enfrentar a su familia, a sus creencias y lo peor de todo, a su propia conciencia. 




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