Durante la invasión japonesa de China en 1937, George Hogg (Jonathan Rhys Meyers), un joven periodista británico, tratará con la ayuda de una enfermera australiana (Radha Mitchell) de salvar a un grupo de huérfanos. En ese viaje se encontrarán con innumerables dificultades y obstáculos difíciles de sortear.
El argumento es verdaderamente bonito y conmovedor, a pesar de que la guerra sea el núcleo central, merece la pena ver como cosas tan cruentas han pasado realmente y no hace tantos años, pero en un mundo completamente olvidado por los occidentales, que tan sólo nos preocupamos de nuestro pequeño continente.
La interrelación entre los personajes es perfecta, tanto que llegas a creer que fueron ellos los verdaderos protagonistas de los acontecimientos que tuvieron lugar en aquel gélido invierno del 37. A destacar el papelón de Rhys Meyers, por aquel entonces muy encasillado en el personaje de la campaña publicitaria de Hugo Boss. En mi opinión esta película supuso su despegue total.
No hay comentarios:
Publicar un comentario