De
vez en cuando me gusta ver películas de anime, pues las historias que cuentan
aunque la mayoría de las veces tristes, son también bellas, y tienen algo que
el cine occidental jamás tendrá, una forma especial de conectar con el
espectador y hacerle ver lo importante que es la vida y el tener gente a tu
alrededor que realmente merezca la pena.
En
‘Una carta para Momo’ se nos cuenta la historia de Momo, una joven que ha
crecido en la gran ciudad pero que se ve obligada a trasladarse con su madre a
una vieja casa familiar afincada en una remota isla llena de ancianos, tras la
prematura muerte de su padre. Allí el tiempo parece haberse detenido: viejos
palafitos, economía agrícola, nulo transporte, ni entretenimiento para niños…
Sin que haga falta remarcarlo, Momo no se siente muy entusiasmada con su nuevo
entorno. Y más que por ninguna otra cosa, su corazón se resiente de la carta a
medio acabar dejada por su padre, una carta que comenzó pero que nunca pudo
terminar, tan sólo: “Querida Momo…” ¿Qué iba a contar papá? Momo se siente
tremendamente disgustada pues la última conversación con su padre fue una
enorme bronca, luego él murió.
Un
día Momo, sube al viejo desván de su “nueva” casa y encuentra un polvoriento y
vetusto libro perteneciente al padre, al abrirlo algo brota de él y cosas
inesperadas comienzan a sucederle…
Sin
duda ‘Una carta para Momo’ es una buena invitación para descubrir este tipo de
cine. ¡Qué la disfruten!
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