El viento se levanta. Hayao Miyazaki.

Espero que Hayao Miyazaki no se despida con ‘El viento se levanta’ porque aunque es una buena película de despedida (me ha encantado, la verdad) aun le queda mucha imaginación y creatividad para seguir trabajando muchos años más. Es una pena perder tan pronto su cine.

Como en todas sus películas domina en ella la ensoñación, las vivencias de sus personajes, la imaginación, y la capacidad de empatía hacia el espectador.

Nos cuenta la historia de Jiro, un niño japonés cuyo sueño es volar y diseñar hermosos aviones. A Jiro le gustaría ser como el famoso diseñador aeronáutico italiano Caproni, por lo que sueña despierto con él, quien siempre le acaba dando sabios consejos.

Jiro nace con poca capacidad para ver por lo que su sueño de volar queda enseguida truncado, no por ello pierde la esperanza, y gracias a su fuerza de voluntad y su inteligencia se une a la división aeronáutica de una compañía de ingeniería en 1927. Gracias a su entusiasmo y trabajo, Jiro pronto destaca entre los demás y se convierte en uno de los más prestigiosos diseñadores aeronáuticos.

Además de disfrutar de su trabajo, también disfrutará de la compañía de una chica japonesa de la que pronto se enamora, pero su sueño se verá truncado por la debilitada salud de la chica.
Juntos pasarán por episodios importantes de la historia del siglo XX, como el terremoto de Kanto de 1923, la Gran Depresión de 1929, la fuerte epidemia de tuberculosis y la entrada de Japón en la II Guera Mundial.

Hayao Miyazaki se nutrió de sus propias vivencias personales para crear dicha historia. Sin duda siempre es un disfrute ver una peli suya.