miércoles, 14 de agosto de 2013

La luz prodigiosa. Miguel Hermoso.

O... cómo hay películas que te encuentran a tí y no tu a ellas.

En 1936 durante la Guerra Civil Española, un joven pastor andaluz recoge a un hombre fusilado al que creían muerto y le busca refugio en un asilo. El herido ha quedado en estado semivegetal. Cuestión del destino (o no) durante la década de los 80, el pastor vuelve a encontrarlo: ahora es un mendigo que recorre las calles de Granada, y se obstina en descubrir la identidad del fusilado, poco a poco vamos descubriendo algo en el mendigo que sin lugar a dudas no esperábamos.

En mi opinión "La luz prodigiosa" es una película preciosa, de esas que merece la pena descubrir, de esas que llegan a tus manos sin saber porqué y que logran conquistarte y robarte el alma.

Es inexplicable que estas caricias convertidas en película no logren ser conocidas y que bazofias españoles inunden las salas, los videoclubs y nuestras mentes. Quizá será por eso por lo que tiene tanta magia, porque carece de todo lo que el cine comercial posee.

La historia es sencilla pero brillante, y las actuaciones son la cumbre de dos grandes del cine.

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