Lo
que debería seguir siendo el cine infantil y ya, ni es, ni será.
Mi
vecino Totoro’ es una película mágica que te traslada a la más tierna infancia.
A esos momentos después del cole que, con merienda en mano, te sentabas frente
al televisor para ver los dibujos. Era el mejor momento del día! Heidi, Marco,
Los Pitufos, David el Gnomo, Los Fruitis, Los osos amorsos, Manotas, La pantera
rosa, daba igual, era un momento especial en la vida de todo niño. Pues esto
mismo es lo que sentí cuando vi a Totoro, de hecho es una película de finales
de los 80.
La
película transcurre en los años 50. Un padre con sus dos hijas, Satsuki y Mei,
se trasladan al campo a vivir pues su madre está enferma y la llevan a un
hospital cercano. Allí entablan amistad con Totoro, un espíritu del bosque. El
padre es un profesor universitario que estimula la imaginación de sus hijas
relatándoles fábulas e historias mágicas sobre duendes, fantasmas y espíritus
protectores de los hogares, es así como las pequeñas comienzan a vivir su
propia aventura, ajenas al mundo real.
No es
necesario contar más, tan sólo hay que disfrutar de la película. Aprovecho para
recomendar también en este post ‘Ponyo en el acantilado’ también de Miyazaki,
es quizá la cinta suya menos visionada, pero es preciosa. Es una adaptación de
‘La sirenita’.
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