viernes, 22 de noviembre de 2013

Shame. Steve McQueen.


Habrá que piense que ‘Shame’ es una película cuyo único pretexto ha sido usar el sexo para hacerla más morbosa. O habrá quienes crean que es una película erótica más.

 
Para mí ‘Shame’ es sin duda un drama como la copa de un pino. Nos cuenta la historia de un tipo llamado Brandon que de cara a la galería es un apuesto treintañero neoyorquino que lo tiene todo: un buen trabajo, una casa bonita y ningún tipo de complicación vital. De cara a la galería claro porque Brandon vive brutalmente atormentado y obsesionado con el sexo, tanto que es incapaz de disfrutar de él. Se pasa el día viendo pornografía en la red, contratando prostitutas y manteniendo relaciones esporádicas con solteras de Manhattan. Por si fuera esto poco, un día aparece su hermana con la que no tiene apenas relación con la intención de quedarse unos días en su casa.

Es una película ante todo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, pues tiene como tema principal la obsesión y el tormento que puede padecer una persona con el sexo. No es lo mismo vivir enganchado al sexo que al alcohol o a las drogas, incluso me atrevería a decir que está mucho peor visto por la sociedad.

En cuanto a la película en sí, el guión está perfectamente diseñado, la fotografía es tenue lo que hace que se cree una atmósfera en ocasiones bucólica y fría, y la interpretación de Michael Fassbender es brillante. Además contando con que ha sido siempre un actor relegado a papeles de secundario o con poco tirón, optó por el film perfecto para hacerlo suyo y dar el salto a principal.

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